El uribismo y el partido de gobierno, Centro Democrático, vienen vendiendo la ley de “reducción de la jornada laboral”, Ley 2101 del 2021, como un gran logro de ese partido en beneficio de los trabajadores, sin embargo, dicha ley no es más que una trampa con la que se pretende engañar a la clase trabajadora, quitándole beneficios laborales obtenidos en el pasado.
¿Dónde está la trampa? Sencillo, inicialmente el artículo 161 del C.S.T., establecía una jornada máxima diaria de 8 horas de trabajo y una jornada máxima semanal de 48 horas laborales, pero la reforma uribista eliminó la jornada máxima diaria manteniendo solo la jornada máxima semanal, con una duración de 42 horas que deben distribuirse entre 5 o 6 días, lo que implica que el empleador podrá imponer al trabajador jornadas extensas de 10, 11, 12, y hasta 13 horas de trabajo diario sin que esto implique el pago de horas extras. La norma anterior establecía que, si se superaba la jornada máxima de 8 horas diarias, el tiempo adicional laborado se debía pagar como horas extras, sin embargo, hoy con la nueva ley se suprime ese derecho y prácticamente acaba con la posibilidad de que el trabajador pueda devengar recursos adicionales por trabajo suplementario. Con todas las prebendas otorgadas al sector empresarial, hay una alta probabilidad de que veamos a muchos empleadores obligando a sus empleados a trabajar hasta
13 horas diarias sin contraprestación adicional, lo que generaría aumento de las enfermedades laborales y accidentes de trabajo.
No conformes con lo anterior, el artículo 6 de la nueva reforma uribista, eliminó las jornadas recreativas y de integración familiar a que tenían derecho los trabajadores en virtud de las Leyes 1857 de 2017 y 50 del 1990.
En síntesis, el engaño de la Ley 2101 el 2021 consiste en que:
1. Elimina de manera subrepticia la posibilidad de que el trabajador devengue ingresos por horas extras.
2. En la práctica podría imponerse al trabajador, ya que la ley lo permitiría, largas jornadas laborales sin que esto genere el pago de trabajo suplementario.
3. Las largas jornadas de trabajo, generarán aumento en la accidentalidad y de enfermedades laborales.
4. Y finalmente elimina las jornadas recreativas y de integración familiar establecidas a cargo del empleador por leyes anteriores y que en realidad fueron un premio de consolación por otras reformas regresivas que cercenaron como de costumbre otros derechos laborales.
Como solución a esta iniquidad, solo queda demandar la norma por inconstitucional ante la Corte Constitucional, por haber suprimido la jornada máxima diaria de trabajo, exponiendo al trabajador a extenuantes jornadas laborales que en últimas afectarán su salud.